Me fui a sanar: el camino de vuelta a casa
- Angeles Bugnon
- 29 nov 2023
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 1 jun
Sí, debí irme y dejar todo lo conocido para enfrentarme a los demonios internos que aún quedaban escondidos en mi alma. Sí, fue una decisión difícil pero entiendo que la vida está diseñada para movernos siempre hacia delante.
Cuando te preguntes por qué no me comunico, por qué dejé de frecuentar los sitios en común, por qué pareciera que me olvidé de todo lo vivido, solo ten presente que no desaparecí, simplemente estoy sanando.
La mejor forma de explicar tal estado es con el proceso de evolución de la mariposa; huevo, larva, pupa y adulto. Mi vida estaba formada por un conjunto de fundamentos, ideas y deseos (mi etapa huevo); en base a ellos actuaba y, como consecuencia, iba creando mi pedazo de realidad (mi etapa oruga). Las orugas comen bastante y crecen rápidamente. Así crecía yo, junto con mi pedazo de realidad basado en mis ideas, creencias y deseos de aquel entonces. Es en esta etapa oruga que, como seres humanos, logramos ver la manifestación de nuestros más profundos pensamientos, y es aquí cuando descubrimos (para bien o para mal) si nuestro interior estaba realmente alineado con nuestro deseo; o si, por el contrario, había alguna herida emocional escondida que nos ayudó a crear un pedazo de realidad que no queríamos.
Cuando la oruga termina de crecer, forma una pupa, también llamada crisálida. Si digo que estoy sanando significa que estoy en mi etapa crisálida. Ahora debo dejar caer la piel que me ayudó a contruir ese pedazo de realidad que no era lo que quería en prinicipio, ahora debo sumergirme en la oscuridad de mi capullo para oír lo que mi alma necesita decir, ahora debo permanecer cubierta y en reposo, yo sola; no debo moverme para evitar distracciones y disciplinar a mi mente con el silencio, ahora no tengo ojos ni antenas, todo mi enfoque está en mi oscuridad, mi mejor maestra. Ella siempre tiene nuevas lecciones. Todo se está preparando para que ocurra la asombrosa metamorfosis que me permitirá modificar mi presencia en el mundo físico, adquirir un nuevo nivel de consciencia y emerger como una hermosa mariposa.
Entonces, no lo tomes personal, es mi proceso de vuelta a casa, es mi modo de amar, de reparar, de desaprender, de aprender, de transformar. Las transformaciones son cambios, nadie debe pretender ir en contra de la vida que está en constante evolución. Me conozco bien, sé que volveré más fuerte, sé que podré encarnar los cambios que trae semejante metamorfósis, y sé que me volveré más sabia por trascender mis sombras.
Debo irme, el tren de sanación está por partir. No sé cuánto tiempo me llevará este viaje, quizás te vea a la vuelta, quizás no, tal vez tomes tu propio tren, o tal vez no... Y eso está bien, tu proceso no es el mismo que el mío. Sin embargo, tengo la certeza de que todos nos dirigimos hacia el mismo destino final, tarde o temprano (Equilibrio)
Hasta siempre, me fui a sanar.
Comments